Publicado en: Veterinary Medicine, octubre de 1994, pp. 989-998
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola
Para resolver problemas en el manejo de animales, los veterinarios deben determinar si las dificultades surgen de uno o más de los siguientes factores:
El temperamento nervioso o excitable parece causar problemas de manejo que son algo diferentes del comportamiento agitado provocado por una experiencia de manejo rudo. Cuando se inmoviliza a los animales excitables, su comportamiento se asemeja al de un caballo frenético que ha metido una pata entre las tablas de la cerca. Estos animales de temperamento nervioso son más propensos a vocalizar o a lastimarse cuando se trabaja con ellos. Recientemente observé un grupo de vaquillonas que balaba incesantemente en el corral de encierro de una planta de faena. Los animales estaban muy nerviosos, y saltaban o se encabritaban mucho más que otros animales que habían pasado antes por ese corral. Estas vaquillonas tenían una apariencia masculina, probablemente a causa del uso excesivo de implantes de crecimiento androgénicos. Otro día, observé un segundo grupo de vaquillonas de cruzas europeas continentales, que balaban constantemente y pateaban a los trabajadores. Tres animales habían llegado a la planta con graves lesiones en las pezuñas, pero el ganado parecía normal en otros aspectos. Estas lesiones habían ocurrido al llegar al corral de engorde, cuando los animales entraron en pánico cuando sus patas quedaron trabadas en la rampa de bajada del camión.
La presencia creciente de animales huidizos y excitables coincide con la tendencia a producir porcinos y vacunos cada vez más magros. En mi opinión, la selección indiscriminada en favor de animales de crecimiento rápido y baja deposición de grasa produce individuos de temperamento más excitable. Mis observaciones en plantas de faena indican que la creciente excitabilidad está generando graves problemas de manejo. Algunos lotes de vacunos o de cerdos son fáciles de arrear, y otros reculan constantemente y muestran señales de agitación. Esto último no sólo puede reducir la calidad de la carne, sino también generar un problema de bienestar animal, pues los animales que se rehúsan a avanzar en las instalaciones de manejo son los candidatos más probables a ser tratados abusivamente por empleados frustrados. La experiencia práctica demuestra que los animales huidizos y excitables son más propensos a tener carne de calidad defectuosa (por ejemplo, la carne de cerdo PSE o la carne vacuna oscura).
Los problemas más graves de temperamento en bovinos tienden a presentarse con las razas europeas continentales. Algunas líneas genéticas de estas razas producen animales excitables. La historia de las razas continentales puede explicar por qué son más propensas que las británicas a ponerse frenéticas cuando se las sujeta en la manga de compresión. Mi hipótesis es que las razas de países como Francia e Italia presentan más problemas de temperamento que las razas de Gran Bretaña porque no han sido desarrolladas bajo condiciones extensivas, en tierras abiertas donde tenían escaso contacto con la gente. Durante siglos, el ganado vacuno francés ha sido amansado, sujetado con bozales y ordeñado a diario. Hoy en día, en las plantas de faena de Francia, los animales son llevados a corrales pequeños, donde se los ata con un bozal como si estuvieran en una de nuestras exposiciones ganaderas. Cuando el ganado vacuno está completamente amansado y habituado a la gente, las máquinas ordeñadoras y los vehículos, los rasgos de temperamento excitable pueden quedar encubiertos, y los criadores jamás necesitan descartar animales por este problema. Los ganaderos británicos, en cambio, han desarrollado sus razas en pasturas semi-extensivas. Sus animales rara vez eran amansados para que aceptaran ser sujetados con un bozal, y aquellos que pertenecieran a líneas genéticas excitables debían ser descartados porque su manejo en las instalaciones antiguas era difícil y peligroso.
Los veterinarios deberían informar a los criadores de ganados generales y de reproductores, de modo que seleccionen animales que además de ser magros tengan buen temperamento. Un método sencillo para calificar el temperamento del ganado reproductor consiste en fijarles un puntaje según su reacción cuando se lo sujeta en una manga de compresión o una balanza. Cada animal debe ser calificado individualmente, porque las diferencias de temperamento son menos manifiestas cuando los animales están en su grupo. La que sigue es una escala simple de puntaje, basada en el comportamiento del animal:
Figura 1: Instalaciones curvas de un corral de engorde
Para facilitar el movimiento del ganado, la manga, el corral de encierro y el callejón curvo de acceso tienen paredes cerradas. Las curvas mejoran el flujo del ganado porque los animales no pueden ver a las personas que están esperándolos en la manga. La manga debe estar diseñada de manera tal que los animales que están en el corral de encierro puedan ver hacia adelante una distancia equivalente a dos largos de cuerpo.
Los cerdos se rehusarán a salir del galpón para ser embarcados en el camión cuando hace mucho frío o está muy luminoso afuera. Si las instalaciones para el embarque son incluídas dentro del galpón de engorde, el movimiento de salida de los cerdos suele mejorar. Los animales también se rehúsan a entrar a un lugar oscuro. Cuando se emplean mangas de una sola fila para conducir el ganado a una manga de compresión individual, la unión entre el corral de encierro y la manga de una sola fila nunca debe coincidir con la pared del galpón, porque el interior será muy oscuro. Los animales se mueven con mayor facilidad si ya están alineados en la manga de una sola fila antes de atravesar la entrada del galpón. Por lo tanto, la manga de una sola fila debería extenderse al menos dos largos de cuerpo hacia afuera.
Tanto los vacunos como los porcinos tienen un campo visual muy amplio.5 Muchas mangas y rampas de embarque pueden ser mejoradas significativamente si se les agregan paneles opacos que bloqueen la visión periférica del animal. Las paredes cerradas facilitarán el movimiento animal en las mangas de una sola fila, los corrales de encierro y las rampas de embarque (Figura 1).2 Las puertas traseras de los corrales de encierro no deben permitir que los animales vean hacia atrás, pues si lo hacen, tratarán de volverse. Otra falla común son las mangas demasiado anchas. Es imposible hacer que los animales avancen en calma por una manga si se atrancan de costado. Las mangas de una sola fila para cerdos gordos para faena deberían tener unos 41 cm de ancho, y las de ganado vacuno deberían tener 66 a 71 cm si son para vacas y 76 cm si son para novillos o vaquillonas gordas para faena. Estas mangas deberían medir lo suficiente para que el animal más grande tenga 1 a 2 cm de espacio libre a cada lado.
Para el manejo seguro y humanitario del ganado, es absolutamente esencial que el piso sea antideslizante. Es imposible manejar animales en calma y sin sobresaltos si éstos se resbalan o caen al piso constantemente. Las caídas en las básculas y en la entrada a la manga de compresión pueden ser prevenidas mediante la instalación de una malla de barras de acero de 2,5 cm de diámetro, con cuadrículas de 30 cm de lado.
Nos ha llegado información sobre una cantidad creciente de lesiones causadas por los cepos para sujetar al ganado vacuno del cuello. El problema puede deberse en parte a que el ganado es más excitable, pero muchas de estas lesiones se deben a que no se frena a los animales cuando entran a la manga de compresión, y ellos se topan contra la puerta de salida. El uso excesivo de las picanas eléctricas también contribuye a estas lesiones, porque los animales muy excitados se golpean con mucha fuerza contra dicha puerta. Los animales huidizos se mantienen más calmos si las barras que son usuales en las mangas de compresión quedan recubiertas. Se les pueden agregar paneles portátiles simples pero sólidos, a retirar para tener acceso al animal una vez que está inmovilizado.
En las mangas de compresión operadas con sistemas hidráulicos, la válvula de seguridad de la presión debe estar regulada correctamente para impedir que se lastime a los animales al apretarlos excesivamente. Algunos ejemplos de lesiones provocadas por la presión excesiva son las costillas quebradas, la rotura del diafragma y la fractura de cadera. Cuando la palanca de control de la manga de compresión se baja al máximo, la válvula de seguridad debe abrirse automáticamente para impedir que se aplique al animal una presión excesiva. Los animales deben quedar cómodamente sujetos, de modo de sentirse contenidos, pero sin sufrir dolor por el exceso de presión, pues en ese caso lucharán contra el mecanismo de inmovilización. Si la manga está demasiado apretada, se debe reducir la presión lentamente, pues un movimiento súbito o irregular causará excitación al animal, en tanto que un movimiento parejo lo calmará.
Hay distracciones que parecen insignificantes, como el meneo de una cadena en una manga, y fallas de iluminación, como las entradas a una manga que parecen la boca de una cueva, que pueden arruinar el funcionamiento de las mejores mangas y corrales de encierro. Se puede mejorar el movimiento con cambios muy simples en la iluminación. De noche, se puede usar a las luces para atraer a los animales al camión. En instalaciones cubiertas, las mangas deben estar bien iluminadas para que los animales puedan ver hacia donde van. Tanto los vacunos como los porcinos tienden a moverse de áreas oscuras hacia áreas iluminadas.2,6 Para atraer a los animales, las luces deben estar orientadas hacia el lugar en que los animales deben entrar. Un buen ejemplo es el uso de un reflector para estimular a los animales a entrar a una manga. La luz no debe ser apuntada hacia los animales sino hacia adelante, pues si se los encandila, los animales no avanzarán.
Los vacunos, al igual que los porcinos, se frenarán cuando vean reflejos de luces en un charco de agua o en una plancha metálica. Para detectar estos problemas, alguien debe meterse en la manga vacía y mirar lo que los animales ven. Para eliminar un reflejo en el piso mojado, basta con correr las luces de la línea central de la manga. Cualquier objeto que parezca nuevo en los cercos o en la manga hará que los animales reculen. Un pedazo de papel en el piso de un callejón hará que tanto vacunos como porcinos se detengan. Un sombrero o una chaqueta colgados en un cerco hará retroceder a los animales. He observado cómo los animales reculaban ante una pequeña cadena que colgaba en una manga de una sola fila. En una ocasión, el líder de un grupo de animales que avanzaba se detuvo para mirar una pequeña cadena que oscilaba. En otro caso, los cerdos reculaban cada vez que tenían que pasar al lado de una puerta que se movía. Estas distracciones son sutiles, y hace falta que la gente observe cuidadosamente las instalaciones para que pueda detectarlas. Para determinar si son estas pequeñas distracciones las que provocan las detenciones, los animales deben estar tranquilos. Es casi imposible distinguir la causa de estas frenadas cuando los animales están nerviosos. Los animales en calma se detendrán y mirarán directamente hacia lo que los está distrayendo.
Tanto vacunos como porcinos son sensibles a los cambios de color y textura del piso y las paredes. Los animales tienden a recular cuando llegan a zonas donde cambian los tipos de cercos. El movimiento mejora cuando se pinta las instalaciones de un mismo color. La mayoría de los colores funcionan bien, pero en las regiones más cálidas conviene usar colores claros para que las instalaciones se mantengan más frescas.
Contra lo que se suele creer, los vacunos y los porcinos perciben colores.7,8 Las rejillas de desagüe y las placas metálicas en el piso también causan frenadas cuando los animales son arreados sobre ellas. En las instalaciones para bovinos, los desagües deben estar ubicados fuera de los lugares por donde pasan los animales, como los callejones, los corrales de encierro y las mangas. Una vaca lechera que camina a diario sobre una rejilla aprenderá a no prestarle atención, pero un animal que acaba de llegar al establecimiento lácteo seguramente reculará durante varios días al pasar por allí. En instalaciones para la producción de cerdos en confinamiento, éstos recularán ante las tiras plásticas que se usan como umbrales. La figura 2 muestra un ejemplo de umbral plástico que los cerdos se rehusaban a atravesar.
Figura 2
Los cerdos se resisten a caminar sobre este tipo de franjas de plástico en el piso. Los animales se moverán más fácilmente si todas las instalaciones tienen el mismo tipo de piso.
Los cerdos, sean de criadero, de recría o de terminación, suelen rehusarse a avanzar sobre pisos de cemento si no han caminado anteriormente sobre este tipo de material. Cuando se han criado en lugares con piso de malla metálica o de plástico, para que aprendan a moverse con soltura sobre pisos de cemento es conveniente dejar que los exploren durante 30 a 60 minutos antes de intentar arrearlos o a trabajar con ellos.
Los animales también se resisten a moverse cuando pueden ver a las personas que los esperan adelante. Los operarios deben observar las mangas desde adentro para determinar si los animales pueden ver gente hacia adelante. El movimiento se facilita si se instalan pantallas que impidan al animal ver las personas que están adelante. También se puede operar las puertas con controles remotos, de modo que las pueda abrir un operario desde atrás de los animales.
Uno de los errores más comunes de manejo es poner demasiados animales en los corrales de encierro. Un corral de encierro jamás debería ser llenado más de 3/4 de su capacidad. Para que el ganado entre más eficientemente a la manga, es mejor que los operarios esperen a que se vacíe hasta la mitad antes de traer un nuevo grupo al corral de encierro. De esta forma, habrá suficiente lugar en la manga para que varios animales sigan al líder y entren a ella cuando se los trae al corral de encierro previo.
El abuso de la picana eléctrica es otro problema frecuente de manejo. La picada debería ser usada solamente cuando un animal se rehúsa a entrar a una manga de compresión o un camión. Jamás se debe picanear al ganado cuando éste no tiene donde ir. La picana nunca debe ser usada sobre cerdas de cría, y sólo debe ser usada con prudencia al embarcar cerdos gordos para faena. El empleo de picanas eléctricas en cerdas de cría puede hacer que adquieran miedo a la gente.
Investigaciones realizadas en Australia han demostrado que las cerdas que tienen miedo a la gente producen menos crías.13 Las vacas aprenden a moverse rápidamente para evitar que se las picanee, y pueden llegar a aprender a moverse cuando sólo oyen en zumbido de la picana.
Si se le tuerce la cola a los animales para que avancen en la manga, el operario debe soltar la cola cuando el animal se adelanta. La próxima vez, el animal se moverá cuando se le tome la cola. Muchos operarios cometen el error de seguir torciéndoles las colas aunque avancen.
Tanto los vacunos como los porcinos pueden ser movidos y girados en un corral de encierro mediante una vara en cuyo extremo se hayan atado unas tiras de plástico o una bolsa plástica para la basura (Figura 3). El plástico sirve para bloquear la visión del animal hacia un lado, de modo de inducirlo a girar hacia el otro lado. El ganado bovino es fácil de virar y conducir con estos banderines de plástico.
Figura 3
Una varilla con un banderín de plástico en la punta es una herramienta útil para mover el ganado desde el corral de encierro hacia la manga de una sola fila. Hay que mover el banderín a un lado de la cabeza del animal para hacerlo girar.
Mis observaciones me indican que muchos problemas de manejo relacionados con el personal surgen de fallas en la gerencia o de falta de entrenamiento del personal. En muchas empresas grandes, he visto que las prácticas de manejo cambian cuando se contrata a un nuevo gerente. A veces mejoran, pero otras veces empeoran. De mis 20 años de experiencia extraigo la conclusión de que la actitud de la gerencia es el principal factor determinante del buen o mal trato de los animales. Las mejores instalaciones del mundo son inútiles a menos que se las maneje bien.
En conclusión, las tres formas de mejorar el manejo del ganado son seleccionar animales de temperamento calmo, corregir los problemas de las instalaciones que impiden el movimiento del ganado, y entrenar al personal que trabaja con los animales.
2 Grandin, T.: Handling Facilities and Restraint of Range Cattle. En: Livestock Handling and Transport (T. Grandin, comp.). CAB International, Oxon, Wallingford. UK, 1993, pp. 75-94.
3 Grandin, T.: Environmental and Genetic Factors Which Contribute to Handling Problems in Pigs. Livestock Environment IV, American Society of Agricultural Engineers, St. Joseph. Mich., 1993, pp. 64-68.
4 Grandin, T.: Behavioral Agitation During Handling of Cattle Is Persistent Over Time. Appl. Anim. Behav. Sci. 36:1-9, 1993.
5 Prince, J.H.: The Eye and Vision. En: Duke's Physiology of Domestic Animals (M.J. Swenson, comp.). Cornell University Press, N.Y., 1977, pp. 696-712.
6 Lambooy, E.; van Putten, G.: Transport of Pigs. En: Livestock Handling and Transport (T. Grandin, comp.). CAB International, Oxon, Wallingford. UK, 1993, pp. 213-231.
7 Thines, G.; Soffie, M.: Preliminary Experiments on Color Vision. in Cattle. Br. Vet J. 33:97-98, 1977.
8 Klopfer, F.D.; Butler, R.L: Color Vision in Swine. Am. Zool. 4:294, 1964.
9 Ames, D.R.; Arrowroot, L.A.: Physiological Response of Lambs to Auditory Stimuli. J. Anim. Sci. 34:994-998, 1972.
10 Kilgour R. et al.: Using Operant Test Results for Decisions or Cattle Welfare. Proc. Cort. Human Anim. Bond, University of Minnesota, St. Paul. 1983.
11 Grandin, T.: Animal Handling. Vet Clin. North Am. Food Anim. Pract. 3:323-338, 1987.
12 Kilgour, R.; Dalton, C.: Livestock Behavior: A Practical Guide. Westview Press, Boulder, Colo., 1984.
13 Hemsworth, P.H.: Behavioral Principles of Pig Handling. En: Livestock Handling and Transport (T. Grandin, comp.). CAB International, Oxon, Wallingford. UK, 1993, pp. 197-211.